El desencanto
Por. Marian Gonzales
El desencanto
aglomera en las mañanas precarias,
los sueños hechos polvo
que se conciben en el silencio
agudo y hondo.
Recapitularé cada vez
que vea que el cielo se desplome
y ese será el momento
que tendré siempre presente
en mi desolado orbe.
Los acertijos de lo nuestro
se volverán un suburbio
de un secuestro entrañable…
El desencanto será como siempre
la utopía de cada palabra de amor,
la marca del sendero sin luz,
la señal de una prófuga promesa sin voz…
Por el momento
atajaré mi corazón,
desangraré mi alma,
apuñalaré mi razón
para desencantarme
con cada decepción.
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