miércoles, 29 de julio de 2009

Aún no sé...


Aún no sé...

Por Marián Gonzales

No sé como son tus labios al besar,
no sé como es el cielo a tu lado,
no sé como ver el alba
de los días en tus brazos...

Aún no sé cómo acariciar a la luna
a escondidas de tu espalda,
como brilla tu corazón
de madrugada.

Aún no sé si podré trazar el destino
tomada de tu mano,
aún no sé mentirle a la razón
escondida en mi balcón.

Aún no sé palpar tu piel
desnuda en la brújula del tiempo,
no sé encontrar tus latidos en el silencio.
no se cómo quejarme de la ilusión sin tu aliento.

Aún no sé esperar
a que llegues a tiempo,
para acariciar nuestro sueño,
tampoco se nadar en este desaliento.

Lo que sí sé,
es que sigo siendo virgen a tu amor,
prófuga del celo, dudosa de tu miedo,
sé que seguiré de pie con desvelo...

Sé que puedo llegar a tu alma sentida
a tus días sin luz, a tu esperanza viva,
sé que puedo volar estando cautiva
en la cárcel de tus versos...

Pero lo que aún no sé
es que si me amas todavía,
aún estando de mi lado sin esperanza
y yo aferrada a está vida.

Maldita Oscuridad, Bendita Demencia. (el final)


Maldita Oscuridad, Bendita Demencia. (el final)
©Mariàn Gonzales

Hoy odio decir que vivo en la oscuridad
que maldigo cuando la conocí,
el miedo es mi abrigo
y el silencio mi aturdimiento.

Camino...
qué diablos hago aquí…
maldito demonio
no urges en mi cuerpo
ya deja descansar mi alma
que con locura busca la muerte.

Me has herido
y me hundo entre los rieles del infierno
que importa
no es tu alma,
no es tu fuego…

Es mi infierno…encadena en el
respiro lento
tan lento,
que muero por dentro.

No hay palabras que el crepúsculo
no perciba,
aún en la pesadilla del corazón
tu muerte será
mi muerte…

Maldita oscuridad
naufrago en tus sueños
que veo el disfraz del humano
tan seco,
tan falso,
que es perfecto
para seducirme
en tu bendita demencia…

Mientras un cuervo me acecha
en cada movimiento,
arremeto contra su ego
con su oz
que sólo saña trae
a mis desgracias mortíferas.

Bendita demencia
taciturna,
endeble,
fiel como el aire que respiro
eres mi dulce ilusión
mi pérdida de razón...

Vanidosa,
engendras en mi valor,
fuerza,
poder
para odiar,
para renegar…

Reniego la dulce caricia
de la maldita oscuridad,
pero me encanta
pernoctar en su lumbre...

Para consagrar mi demencia
ineludible y estúpida
que ningún mortal intuye
y sólo el alma concibe.


Y HE MUERTO ENTRE MORTALES
Y ALMAS...QUE NI CENIZAS DE MI SOMBRA QUEDAN.
.

Puede ser...




Puede ser...
Por. Marián Gonzales


Puede ser
que mañana logre vivir sin ti,
que le robe suspiros al decadente
en su colosal despedida.

Puede ser
que emigre mi mirada sin persuadir,
que mañana busque otra almohada
donde dormir.

Puede ser que mi amor
se vuelva transitorio
y que mis latidos
enajenen mi destino.

Puede ser que mi actitud
le dé una dosis de alegría
a mi consonancia
y me haga ecuánime.

Puede ser que dormida
escuche al cantor
asomarse a mi ventana,
sigiloso y abstraído.

Puede ser que hoy sea el día,
que más requiera de sus caricias
para sentirme viva
en mi melancolía.

Puede ser que en mi boba
no haya algún latín
para decirte lo que ansiaría
de su piel y lo que lo amaría.

Puede ser que hoy este perdida
y jamás te encuentre en mi salida,
porque te siento desviado
de mis días.




A vos... todo puede ser...

Hasta el final



Hasta el final…
Por. Marian Gonzales


Hasta el final,
inquiriendo tu voz
escondida en las brunas paredes
del silencio,
donde la distancia
pierde matiz,
pierde seudónimo…
Buscando subterfugio,
a la inadmisible soledad,
que alberga inútilmente la palabra,
y enraíza inseguridad
en la mirada estremecida
de la sombría
toma del violín,
que retoca el tétrico beso
de la ausencia…
Se siente los pasos pardos
de su voz,
diciendo … ¡ maldita la hora ¡,
¡ Maldita sea ¡
soledad abstrusa…
Bebamos del vino
que hemos de beber,
para morir
y sentiremos en la piel
el frío deseo de un final
continúo…
No me desampares aún
en la hora del silencio,
que de tu mano buscaré
el entierro de mi alma
y el gemido de la voz callada,
para hallar un finito,
un camino,
un fragmento al infierno,
hasta el final del mito..

Nos equivocamos


Nos equivocamos

Por. Marián Gonzales


Nos equivocamos
aún sabiendo que era el mejor camino,
aún haciéndonos olvidar
no supimos abandonarlo.

Nos equivocamos
al adoptar nuestro destino
sabiendo que las piedras crecerían,
para rebuscarnos en los escombros del olvido.

Nos equivocamos
al tocar el cielo sin saber velarlo
en nuestro brazos
llenos de amor.

Nos equivocamos al hablarle
al corazón de amor,
aún sabiendo el riesgo de perderlo
en algún desierto.

Nos equivocamos al mencionar
un te amo evadido,
aún diciéndonos adiós,
volvimos a tomarnos de la mano
sin pedirnos perdón.

En que más pudimos equivocarnos,
mas que el tiempo se cruzó en nuestros labios
y nos abandonó a nuestro juicio,
dejándonos en la fluctuación.







Nos equivocamos como cada humano,
errando al amar....y la lección quedó
aprendida dentro del corazón.

Y recordaré... (dedicado)


Y recordaré...

Por, Marián Gonzales

Recordaré los días
que fueron indiferentes,
donde tu calor se cobijaba en mi obligo.

Recordaré esperando ese mensaje de amor
que jamás llegó abiertamente
al corazón enalteciendo su vuelo.

Recordaré buscando la luna del norte
que me llevaría hacia a ti,
en un parpadeo de sus ojos de bronce.

Recordaré que en medio de esta fe,
estuve guardado un poco de café
para beberlo a tu lado sin querer.

Recordaré cuando mi corazón
apuntó a algunos versos
hecha canción...

Que de mi voz disolvió el miedo
para llamarle
y conocer lo que hoy murió.

Recordaré el día a día vivido,
las arrugas que hoy usa el corazón
para envejecer amando sin duda
y atados por una pasión.

Tan solo hoy, mañana y siempre
recordaré que hubo alguien
que robó mi atención tiempo atrás,
que al llegar tú usurpaste su lugar…

Y te convertiste en alguien,
que me enseñó amar aún con providencia,
que tuvo paciencia y estuvo aferrado
de la distancia desmedida.

Y recordaré,
lo que jamás he de desconocer,
lo que jamás se pudo definir
y lo que jamás será imposible
para una necia como yo... impredecible.

Y ojalá recuerdes
que no me enseñaste a olvidar
lo que sucedió y lo que no pasó.

sábado, 25 de julio de 2009

Donde nadie oirá mi voz


Donde nadie oirá mi voz
Por, Marián Gonzales


Donde nadie oirá mi voz,
ahí estaré esperando tu albor,
sosegando cada latido del corazón,
a quién podré reclamarle
lo que siento por ti,
quién me escuchará cuando hable de amor…

Nadie sentirá como ruge la distancia,
la que mi voz anda y declina decida
buscando alguna rival en mi prevención,
con quién rosaré esa sensación de amar,
si cuando no estás tiendo a naufragar.

Donde nadie oirá mi voz,
estaré adormecida en algún rincón,
esperando ser salvada por las vías del amor,
atenuando una entrada al corazón
resguardando la causa y la pasión.

Nadie sentirá
cuando tus manos me resguarden de noche,
nadie sentirá mejor que yo
cuando tus caricias se hagan mías,
nadie revesará la razón de mi vida
a causa de este amor a escondidas,
nadie escuchará mejor los latidos
y mi voz oculta más que la fuerza del amor.

Ardes en mi piel



Ardes en mi piel (dedicado a Andrés)
Por. Marián Gonzales


Ardes cuando el zumbido de tu voz se adosa
para hacerte dueño de mí ser,
ardes cuando tu tiempo se asemeja
al del la pasión en celo,
ardes como la primavera
hecha infiernos entre mis venas,
ardes cuando se seca la caricia
para tomar agua de tus delicias,
ardes cuando me insistas
a tu cautiva celda en tu cadera,
ardes cuando tus manos
buscan salida en mis lares,
ardes cuando tus labios
se alimentan de mi cuerpo.

Ardes cuando estoy en la mira
de tus ojos delirantes de mí ser,
ardes cuando tus besos saben a miel
en un invento de sentimientos,
ardes cuando roza tu pasión
sobre mi avaricia,
ardes cuando se pierde el control
y nos quedamos a la deriva.

Ardes en mi piel
cuando germina el deseo
por tomarte cada vez
que recelas mi cuerpo en tu querer.
ardes en mí,
cuando besas hasta el último rincón
del edén dejándome sedienta
de tu merced.
Arde todo cuando desnudos
nos entregamos a la locura
con fulgores de pasión
sedientos de nuestra vehemencia
de amor prófugo.

viernes, 24 de julio de 2009

Déjame, Dejadme...


Déjame, Dejadme...

(Dedicado a Andrés
Por. Marián Gonzales

Déjame amarte con locura.
Déjame entrar a tu lumbrera cordura.
Déjame envolverme en tus besos.
Déjame arrullar tu aliento.
Dejadme la vida a mí.
Dejadme seducirle hasta el fin.
Déjame descifrar que será así
un amor sincero afín.

Déjame llevar tu nombre en mi boca.
Dejadme rozar la locura que me invocas.
Dejadme atraer tu flamante armadura.
Dejadme acariciarle en secreto.
Dejadme darle amenidad a la vida.
Dejad que yo forme parte de tu fantasía
y poder morir viva en tu investidura.


A mi mozo mi inspiración, mi vida entera Andrés.

Visiones de un sueño, un regalo esperado. (dedicado)



Visiones de un sueño, un regalo esperado. (dedicado)
Por. Marián Gonzales

Las minervas de los días
se hacen largos,
los mares ondean oleadas
en tu tálamo y yo te espero
y te amo cada día
sintiendo tu piel
dócil y tímida…

Te veo crecer como un árbol,
como una flor en la primavera
del amor,
de ahí mis despojos se vuelcan a ti,
de ahí amo mi vientre mecer…

En tus mejillas
se dibuja tu dominante sonrisa,
tus manos se deslizan cariñosamente
y sin prisa, buscando la magia
y la brisa de un nuevo ser,
Tu voz intermitente
susurran un te quiero
y un te espero mi cielo…

Y ahí te vi
abrazando la luna de mi cuerpo,
rosando tus mejillas al pataleo,
deleitándote de tu ternura

paterna y natural,
amándome con locura…


Jamás olvidaré ese momento,
pero cuando lo tenga presente
lloraré porque te quiero.

Y tan ilustre, es un sueño real,
como las ansias de un amor infalible,
aquel que se abriga en mi vientre
para darte serenidad
y cautivar tu sonrisa por siempre.


Un regalo una visión de lo que esperemos
tener algún día. omaet Andrés

Mera culpa


Mera culpa

Por. Marián Gonzales

Culpo al dolor
por lanzarme a su abismo,
culpo a la arrogancia
por no tener conformismo,
culpo al idiota
que dice necedades
sin ver su prefijo,
culpo a la vida
por aborrecerme en su hilo.

Culpo a la ética
usándome en su altruismo,
a la filosofía
dañando mi comunismo,
a la estupidez
pensado en kilos,
a la negativa rozándome
con sus labios
y a la indolencia
de un soberano.

Mera culpa,
que se zarandea en
un cabo vacío,
apañando egoísmo,
dilatando erotismo,
mía es la culpa
por sabia y dócil,
que las preguntas
serán una homilía
y el perdón estará
en una valija...
Esperando en una ojiva,
guardaré cada palabra alusiva
y la destronaré cuando sea de día,
el verdugo dolor
de la humillación ungida
sin capricho alguno
al corazón.

Mi Fragilidad


Mi Fragilidad

Por. Marián Gonzales



Aún me siento frágil
como una marioneta de papel
enturbiando el recuerdo
.............................en el espejo…


Las dos caras de la mentira,
se hacen ver con tu reflejo
con paños de algodón
y con manos plegadas
abraso el silencio…


Y veo como te ríes
de mi querer,
si antes éramos
la misma moneda
que hoy no vale nada…


Y mi fragilidad,
se pinta así...
Con mentiras y demasía
donde se escribe
con nombres y apellidos
el origen de mi frialdad.

miércoles, 22 de julio de 2009

MIS SENOS



(foto sádica para Julia)


MIS SENOS...
Por. Marián Gonzales


Mis senos son dos cordilleras
que besan el cielo y la tierra
cargando mares y pasión por dentro,
globalizan el ecosistema.

Son constantes y dóciles
que se asemejan a la piel del cuerpo
su temperatura
se compara a la de la ternura.

Son el vaivén del pecado,
dos luceros enclaustrados
en un cuerpo jadeante
y febrilmente lleno de deseos.

Mis senos,
son la corteza de la vida,
alimento de la inocencia
y cúpula de deseos…

En mi pecho llevo
la pasión firme,
y la palabra amor
depositada en mi semblante.

Por ellos me siento viva,
por ellos doy vida,
por ellos soy escrupulosa,
por ellos doy amor celosamente.

martes, 21 de julio de 2009

Hoy es el día...



Hoy es el día...
Por. Marián Gonzales



Hoy es un buen día
para buscar un puente difuso,
tengo esa carestía
de navegar sintiendo
la brisa del mar

que me incita a su andar…

Hoy es el día
en el que destino me desvía
de sus costillas,
decreta que esto se acabó,
deletreando cada palabras de amor
que nunca nos convenció.

Hoy es el día,
en que siento que me ahogo
sin poder decir adiós,
que mi destino
no tiene camino
y que nada ha valido
porque todo me lo ignoró
y nada me fió…

Hoy es el día
que todo ascendió,
nada pasó
y me siento perdida
como una tortuga
en mi caparazón,
caminando lento sin encontrar
nunca una mejor salida.

Deseo



Deseo
Por. Marián Gonzales



Deseo ser la pólvora de tu cuerpo,
la aurora de tu silencio,
la deletérea causa
de tus desvelos,
el sueño impregnado
en tus oquedades.

Deseo ser el rayo de luz
de tus afanes,
deseo ser el agua de beber
de tus labios,
deseo ser tu infiel
ensueño.

Deseo desnudarte
en el alba de un te quiero,
llevarte en mis brazos
como buen amante,
deseo recopilar
tus besos
en las riberas de mi cuerpo.

Deseo cautivarte con una caricia,
susurrarte en mi piel,
robarte un poco de delicia
del dulce sabor de tu tez,
deseo hilvanar
tus versos,
arrancarte esa avidez
que me consume por dentro.

Deseo tan solo
me entregues tu alma
en un tímpano de silencios,
ocultos bajo la luna
abrazado de mi cintura,
volando mar adentro
a oscuras de tu ternura.






A Andrés

lunes, 20 de julio de 2009

Te amo poeta


Te amo poeta

Por. Marián Gonzales


Te amo poeta
cuando me mitigas

con tus poemas,
cuando entrevés
en mis venas,
cuando ardes en mi cama…


Te amo poeta
cuando sueñas en silencio
en mi pecho,

cuando suspiras

en tus atardeceres añejos
y clavas tu pluma
en mi pasión.

Te amo poeta,

porque eres la inspiración

de la palabra,

porque no hay entrega

sin verbos,

porque no hay sustantivo

que se asimile

a nuestro destino.

Te amo poeta,

porque eres la sencilla razón

de mis dilemas,

porque anidas en mi mundo

de faenas

y porque sin ti no sería

otra poeta.


On amor y respeto a mi poeta loco Andrés, por ti mi cielo,

hay otra sorpresa mas, ya la sabrás omaet.

sábado, 18 de julio de 2009

Andrés y yo*


Andrés y yo *

Por. Marián Gonzales

Andrés y yo
pintamos castillos de arena
en nuestra cama,
sombreamos besos
en la vida eterna
y nos regalamos en la faena
mientras la vida nos contempla…


Andrés y yo

somos tan desiguales,
pero tan entregados
que la incompatibilidad

nos hace amarnos más
sin eminencia…


Andrés y yo

somos el uno para el otro.
estamos hechos del mismo hilo
con el que el amor se tejió
hace décadas,

somos la luna y sol

en un mundo

de horizontes tornasoles…

Andrés y yo

somos como el donaire y el limón

tan agridulces e insociables

que dotamos de dulzura,

cada momento agrio

de nuestras desventuras.

.

Andrés y yo

dos locos enamorados,

soterrados en nuestro virtuosismo,

abrazados por la distancia,

y esperanzados por un mañana

lleno de ansias.


Así somos el y yo

siendo un retrato vivo

de amor y esperanza,

que aún no muere

ni porque el mañana

se viste de vetustos momentos

sin elegancia.

viernes, 17 de julio de 2009

Buena suerte


Buena suerte
que el sol brille del lado de tu cama,
que tus sábanas dejen de estar frías
por el abandono y el dolor,
que la soledad deje de ser tu enemiga,
te deseo que tengas luz en tu vida,
que el amor te deje estar en un solo lugar
y que la beldad del amor
presida tus afanes consagrados.

Buena suerte
que tu poesía sea siempre celestial,
que un te amo no falte en tu cocina
y que la realidad toque tu puerta
sin regirla de la humanidad.
que la lluvia deje de ser
de tu cuerpo dulce un motivo mas
y que tus lágrimas sean de felicidad colosal
que añorabas días atrás.

Buena suerte mi amor,
aquí te dejo en el camino
un poco de bondad y pasión,
para transites por montañas
vellosas y glamurosas
para que encuentres el amor
por los jardines dotados de belleza.

Buena suerte mi corazón,
en esté adiós no me queda más
que darte las gracias
por ese inmenso amor que reinó
tiempo atrás y que en él había una oquedad
de versos y palabras con pasión.

Buena suerte y que se caiga el telón
ante los ojos de los infieles
que los demás aplaudan
la concordia del amor
que murió para emigrar en paz,
que la función acabó,
como debía de ser al empezar.


En la humillación en primer grado.

En la humillación en primer grado.

Por. Marián Gonzales


Estoy abatida

me siento “inválida”

mientras la astilla

me amenaza atrevidamente

aunque me grite frívolamente

“Que me dará mi merecido”

me humilla en mi morada

en mis propias letras.

Humillada por el amor

que me hizo pensar sin cognición,

que hasta malversó mi corazón

para reírse de él como un guasón

en su teatro de herejía.

Humillada por la simpatía ciega,

a la que jamás le robé un verso

y solo le entregué mi acatamiento,

ella está en su derecho,

aún no la veo y porque me agravia

con su belleza aún así

le tengo afecto sobre mi conciencia.

Humillada por aquel

que quiere ser mejor que yo,

qué más da,

todo se gana con dedicación

y no con inculto,

¿Cuánta humillación he de recibir

en cada golpe que cualquiera quiera darme?

¿Cuántas veces tendré que llorar

cada palabra absurda que me meta

el especulador?....

Al menos tengo pasión,

pero jamás será parte del tramoyista

o maldad que quiera reinar en mí.

Humillada en la techumbre de la soledad,

p en el balcón de mis visiones,

cualquiera que sea el lugar estaré

siempre con el pie en seco

esperando sobrevolar,

cada aturdimiento.

Soy la victima

de un falto intelecto

del que del humano

no entiende por ser indescifrable

pero a mi falta de dureza,

dejaré botar la pereza,

en cada humillación

en primer grado.