miércoles, 5 de agosto de 2009

A Marián Gonzales (de Jesús Cañez)

Si alguna vez un verso de tristeza
susurra su clamor sutil andante,
seguro que se viene de un instante
por ver algo perdida la certeza.

Mas fuerte siempre, en alto la cabeza
transtorna el sufrimiento caminante,
y vuelve al regocijo de su amante
con letras de envidiable ligereza.

Es ella mucho más que un ser con alas,
incluso más que un corazón de loba
o líneas de romance y de pasión.

Es fuerza, libertad, amor en balas,
furor, placer, color, voz en la alcoba,
latido, pulso, sangre y corazón.

Con motivo de su cumpleaños.

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